Estudio de caso en torno a centrales hidroeléctricas en Chile que hace parte de la serie "Efectos del extractivismo en América Latina".
El río Pilmaiquén forma parte del Complejo Ceremonial Mapuche Ngen Mapu Kintuantu (espíritu protector del Kintuantu) y es un sitio de significación cultural y espiritual fundamental para las comunidades mapuche-williche de los territorios de Puyehue, Río Bueno, San Pablo y La Unión, agrupados en el aylla rewe del Ngen Mapu Kintuantu (forma de organización territorial ancestral alrededor del Ngen Mapu Kintuantu, que agrupa a más de 100 comunidades).
Este espacio de vital importancia para el pueblo mapuche viene siendo reivindicado por las comunidades como su territorio ancestral y se encuentra amenazado por la instalación de dos centrales hidroeléctricas, Osorno y Los Lagos, que inundarían 191 ha del territorio, y que se aprobaron sin consulta previa, libre e informada, entre otros requisitos.
A lo largo de 15 años de lucha y resistencia, desde la llegada de los proyectos hidroeléctricos al lugar, las comunidades agrupadas en el aylla rewe del Ngen Mapu Kintuantu vienen defendiendo el Complejo Ceremonial Ngen Mapu Kintuantu; resaltan la importancia espiritual y cultural del lugar para su pueblo y la visión del territorio como un espacio integral, junto con sus ríos, así como la obligación del Estado de asegurar sus derechos, como el referido a la consulta previa, libre e informada antes de la ejecución de proyectos que puedan afectarlos. En este proceso de defensa de sus espacios con significado cultural y espiritual, miembros de las comunidades han sido criminalizados, perseguidos por la Policía, encarcelados, hostigados y lesionados gravemente, entre otros, en respuesta a acciones de protesta pacíficas.
Para el pueblo mapuche los elementos de la naturaleza no son meros recursos; tienen una connotación espiritual y cultural profundamente arraigada en su cosmovisión y filosofía ancestrales, que mantienen vivas hasta la actualidad. En este sentido, para las comunidades del aylla rewe, al ser un elemento puro, las aguas ayudan a transportar los espíritus de los ancestros, los cuales, junto con las fuerzas protectoras del lugar, forman parte de las relaciones y fuerza que configura el territorio del aylla rewe. Por ello, defienden este espacio.
Actualmente, las comunidades continúan perseverando por el reconocimiento y respeto de su territorio, y los bienes naturales y culturales que este posee a través de diversas acciones judiciales y administrativas. Asimismo, siguen en la lucha por la correcta implementación del principio de debida diligencia de la empresa estatal noruega Statkraft —a cargo de las centrales hidroeléctricas Osorno y Los Lagos—, que opera sin cumplir los estándares de derechos humanos y evidencia malas prácticas desde su llegada. Finalmente, bregan por el reconocimiento a su derecho a la libre determinación y autonomía territorial del aylla rewe.